20 d’ag. 2013

Fotos y banderas

Detrás de las cámaras

            Si hasta hace poco comprábamos el periódico para ver «cómo iba la prima de riesgo», parece que estos días la máxima sea «a ver qué otro miembro de Nuevas Generaciones nos encontramos con la bandera franquista». Y es que no hay un día en que no nos encontremos a alguien, bien de Xàtiva, Gandia o Canals (¡vaya, todos valencianos!).
            El último caso conocido, y que más cerca nos toca, es el de la concejala de juventud de Canals, quien posó unos años atrás con la zoológica bandera, saliendo a la luz tiempo después en las redes sociales. Ante el primer escándalo, la respuesta de la misma y del consistorio fue que «no sabía lo que hacía», sumándose a las declaraciones actuales del presidente Alfonso Rus, tildándolas de «chiquilladas».
            No poco ha tardado la militancia, entonces y ahora, de las Nuevas Generaciones en buscar fotos de jóvenes (y no tanto) de partidos de izquierdas con banderas republicanas, puños en alto y, quién sabe, quizá vídeos entonando el Himno de Riego. Una contra que hubiese podido ser lógica de no ser por la gran diferencia entre un modelo de estado basado en la democracia, y otro basado en el militarismo autoritario que derrocó al anterior mediante un golpe de estado y una guerra.
            Lecciones de historia a un lado, se pone el grito en el cielo ante estas Nuevas Generaciones que, como su nombre indica, algún día no muy lejano serán mandatarios de uno de los principales partidos hoy en día, quién sabe si del Gobierno. Y con razón. Ya decía Marx que la historia era cíclica, y las muestras de afección de estos jóvenes por el fascismo y el nazismo solo pueden significar o bien una ignorancia supina, o bien un real pensamiento represivo-militar que, Dios (o quien sea) no lo quiera, nos hagan regresar al franquismo puro y duro, con un caudillo quizá más alto, con teléfono móvil y cuenta de twitter, pero igual de tirano.
            Pero hay una parte de mayor relevancia que se está dejando de lado: detrás de la cámara, detrás de la bandera, está quien hace las fotos, está quien cuelga los susodichos paños de colores. Es de sobra conocido que los jóvenes suelen imitar el modus operandi de sus mayores, y no creo que ésta sea una excepción. Debe preocuparnos que los jóvenes sean franquistas (aunque ninguno de ellos conociera el franquismo, fíjese), pero más nos debe poner con el ojo avizor que sus mayores, quienes hoy en día realmente están al cargo de ayuntamientos, diputaciones, comunidades y país, son quienes les han colgado la bandera, quienes les fotografían, quienes les inculcan que el franquismo fue bueno. Y, vistas las políticas «sesenteras» que se están haciendo a día de hoy, poco nos puede costar imaginar que les estén allanando el camino para un neo-franquismo 2.0.
            Que no nos parezca ésta la típica noticia de relleno de todos los veranos, pues es más seria de lo que podamos imaginar.


Andreu Lluch Orts     

Secretario General PSPV-PSOE Canals.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada